Exposición Cecilia Bozovich «Kuu: poéticas de la Luna»

Una mirada al lado oscuro

Cecilia Noriega Bozovich es una trotamundos y también una heroína. Cuenta la artista que a comienzos del 2014, luego de una retahíla de exposiciones, quedó tan agotada que el corazón le pasó factura y sufrió un infarto. Felizmente, con mucho esfuerzo, pudo recuperarse. Ante la tragedia, le quedaban dos opciones: o alejarse del estresante mundo de las galerías o replantear su ritmo de vida y seguir a delante con sus sueños. Decidió lo segundo.

“Finalmente se me impuso el color rojo. Entonces entendí que esos paisajes eran yo misma, fragmentada y expuesta ante los demás”.

En un año sabático, recorrió España, Lituania, Estonia, Grecia, Finlandia, Turquía, Holanda, entre otros países, en busca de las experiencias que la rutina le había negado. “Tuve tiempo para hacer una introspección basada en las poesías que había escrito acerca del lado oscuro de la luna”, confiesa. Estuvo en sitios fascinantes como Capadocia (en Turquía), donde observó el arte de los primeros cristianos. En el 2015 volvió al Perú y se puso a pintar. “Recuerdo que tras el infarto, desperté y vi un rectángulo oscuro, visión que inspiró los primeros cuadros que hice a mi regreso. Pero no pude seguir con los oscuros. Así que intenté con los blancos. Finalmente, un día se me impuso el color rojo, con fragmentos de verde. Entonces entendí que esos paisajes eran yo misma, fragmentada y expuesta ante los demás”, explica la autora. El resultado de este hallazgo introspectivo son 40óleos reunidos en dos series bajo el título “Kuu: poéticas de la luna”, todos enfocados en visiones de ese lado de la luna que no conocemos di-rectamente, pero que la artista ve en sueños. La muestra se inaugura hoy a las 7:30 p.m. en la sala Luis Miró Quesada Garland de la Municipalidad de Miraflores.

Fue un trabajo intenso de un año y medio, guiado por la curaduría de Nicolás Tarnawiecki, que permitió a la artista redescubrir dos de sus pasiones primigenias: la poesía y la pintura. Esta última, abandonada por espacio de 24 años. “Los cuadros representan mi personalidad iconoclasta, cambiante, expresada en las nueve fases de la luna”, agrega Noriega-Bozovich. ¿Por qué ‘kuu’?, le preguntamos. “En lituano significa ‘luna’ y representa el tránsito de mi arte desde lo conceptual hasta lo lírico”, responde. ¿Qué hacía Cecilia antes de retomar la pintura? Hacía instalaciones artísticas. La última de ellas fue “Todo es fetichista /Todo es político. Cecilia Noriega-Bozovich, entre lo real y lo simbólico (1999- 2013)”, realizada en el 2014 en el Icpna de Miraflores. Después ocurrió lo terrible y empezó el viaje en busca del autodescubrimiento que desembocó en “Kuu: poéticas de la luna”. Una prueba más de que las experiencias extremas pueden transformar positivamente la vida de las personas.

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